Esta película acerca de la vida del golfista Bobby Jones me gustó. No es ninguna maravilla ni una obra maestra, pero definitivamente puede acompañar una tarde de domingo, y no es menor el dato, pues cada cierto tiempo aparece en el cable.
Boby Jones fue un joven talento del golf que lo ganó todo. La película se basa en su historia, pero enfatiza sobre todo en los demonios internos del deportista y su batalla contra ellos. Personalmente, éste es el rasgo que más rescato de la película, pues estoy convencido de que lo que no logramos alcanzar en la vida se debe más a nuestros propios frenos y barreras que a los infortunios externos.
En la lista de demonios internos se pueden contar: inseguridades, miedo al fracaso, el dejarse presionar por otros antes que escuchar la propia voz, el creer que los éxitos van a sanar las heridas personales, etc.
Tal como Bobby Jones en la película, he conocido a personas muy talentosas que en determinados momentos de su vida se han frenado e incluso han sucumbido ante sus propios demonios. ¿Qué diablos? Si hasta a mi me ha ocurrido. Sin embargo, puedo decir que en el 95% de los casos he visto como emergen con enseñanzas y se liberan de, al menos, partes de sus cargas.
Volviendo a la película, se puede decir que hay dos historias en el film: la de la carrera de un deportista legendario y la de un ser humano cualquiera que lucha por encontrarse.
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