lunes, 3 de septiembre de 2007

El Valor de una Buena Conversación

Nunca he entendido por qué cuando a la gente se le pregunta por sus hobbies nunca responde "conversar". Debe ser porque la conversación está subvalorada.

Sinceramente adoro una buena conversación. Vivimos en un mundo donde nos dejamos alienar, donde hablamos de "lugares comunes" para evitar parecer vulnerables o raros, pero que innegable belleza contiene una conversación donde dos personas logran conectarse.

Estoy convencido de que no son muchas las personas que pueden hacernos sonreir constantemente a través de una buena conversación, sin caer en la risa estruendosa de un chiste, sino que por el mero placer de ir desubriendo a quién uno tiene en frente. Esa sonrisa que proviene del gusto por estar ahí en ese momento más que de un gran ingenio humorístico.

Para mí una buena conversación se da cuando hay entendimiento entre dos, cuando no hay expresiones del tipo "¿qué rayos está diciendo?" sino que fluye el entendimiento. Para Humberto Maturana la conversación crea realidad, Wittgenstein decía que los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo. La comunicación aparece así como un potente vehículo conector de sensaciones, emociones y experiencias que dan lugar a un nuevo espacio. ¿Cuántas veces les ha pasado que uno mira la hora de improviso o casualidad y se da cuenta que han pasado muchas más horas de las supuestas, como si se hubiera creado una pequeña burbuja que marchara a otro ritmo que el mundo? Probablemente no muchas, pero es también probable que esas experiencias las atesoren como pequeñas gemas en la colección de recuerdos dignos de llevar por la vida.

En esta sociedad donde el slogan es la máxima, donde se busca lograr encajar una frase ingeniosa para despertar el interés, hago un homenaje a esos bellos diálogos acerca de la existencia, el mundo, la magia, los sentimientos y las personas de los cuáles trata esta poesía llamada vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aunque una conversacion "distante" puede ser validamente interesante e incluos espiritual, creo decifrar de tus palabras que el espiritu de una conversacion tiene un cuerpo ajeno a la conversacion como tal.....es algo en que los silencios son tan "conversacion" como los "vocablos" (quizas de ahi viene que no existan "silencios incomodos" en una conversacion del tenor que describes).
Valiosisimo lo dicho sobre el "ingenio" humoristico....que me gusta mucho en una conversacion, pero generalmente sobreexplotado.

la conversacion es, en rigor, escuchar.