Artista: Radiohead
Album: In Rainbows
Año: 2007
Nota: 8,5/10
La banda más respetada del planeta sorprendió al mundo a principios de la semana pasada, permitiendo descargar desde la web su último álbum, dejando a criterio del usuario/fan la fijación del precio. Como curiosidad, el precio promedio fue de 6 dólares.
No es de extrañarse que la semana anterior en el ranking de LastFM, Radiohead aparezca en el número 1 de los más artistas más escuchados llegando a los 118.836 oyentes y más de 3.300.000 reproducciones de canciones lo que cuadruplica el número de canciones escuchadas del grupo que fue desplazado al segundo lugar (The Beatles).
En todo caso y más allá del golpe a la industria discográfica la verdadera noticia es que Radiohead ha sacado un esperado nuevo disco. In Rainbows es un álbum estructurado sobre bases electrónicas y un fuerte sentido melódico minimalista. Sus 10 canciones siguen una línea muy similar continuando el sentido conceptual de cada uno de los trabajos de la banda inglesa.
La crítica ha reverenciado cada uno de sus últimos discos y Radiohead se ha transformado en el principal referente del paso del rock al post-rock, lo que ha generado distintos efectos en quienes se han deleitado con su música en el pasado. Los Fans de The Bends o se han convertido al nuevo estilo de la banda o simplemente, quienes son más apegados a los formatos más clásicos del rock, dejaron de entender la dirección musical que tomó la banda y, tal vez, rescataron alguno pasajes del Hail to the Thief.
De todos modos, se me ocurre que In Rainbows, a pesar de su fuerte carga postmoderna puede llegar a seducir varios oídos permitiéndoles degustar un poco más el post-rock, pues las composiciones son hermosas, las melodías buscan la belleza y algunos traces proveen un intensa experiencia sonora como “15 Step” con su breakbeat y su poderoso bajo o “Bodysnatches” con su complejo esquema rítmico y una fuerte dosis de psicodelia en las guitarras de Johnny Greenwood.
El resto del In Rainbows gira en torno a temas más lentos con efectos atmosféricos para las voces de Thom Yorke, guitarras minimalistas y bajos que marcan las cambios en las secuencias electrónicas. Incluso se incluyen algunas bellas orquestaciones como en "Faust Arp".
Definitivamente otra de las placas que competirán por el mejor disco del año, apareciendo en las listas de los críticos y con muchos merecimientos, debo agregar.
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